Rehabilitará a centenares de miembros del club purgados tras la Guerra civil
http://www.canalathletic.com/noticias/2010-09-23/memoria-historica-athletic-20100923.html
La evidencia estaba en el ático de Ibaigane. La zona está repleta de documentos, muchos de ellos centenarios, relacionados con la historia del Athletic. La denuncia le llegó a Fernando García Macua, un apasionado de la historia, en la campaña electoral de 2004. Concurrió a ella como integrante de la plancha de Juan Pedro Guzmán que perdió ante Fernando Lamikiz. Un ex-presidente se dirigió a él y le relató un episodio. Poco antes del final del régimen militar, una junta rojiblanca, en la que pese a la dictadura comenzaban a estar representadas de nuevo distintas sensibilidades, abordó la posibilidad de rehabilitar a los socios, empleados, jugadores y directivos purgados tras la entrada de las tropas franquistas en Bilbao el 19 de junio de 1937. El asunto, en todo caso, quedó varado. Otras sociedades del territorio, como el Club Marítimo y La Bilbaína, dieron ese paso en los años 80, pero el Athletic no. El caso se reactivó con motivo del cincuentenario de la muerte de José Antonio Aguirre, primer lehendakari del Gobierno vasco. Como había sido jugador rojiblanco entre 1921 y 1925 y socio de la entidad, el Athletic tomó parte en los actos de homenaje. García Macua se ve en uno de ellos con Joseba, hijo del dirigente nacionalista, y le pregunta si la familia ha recibido una reparación histórica del club por haberle purgado tras la Guerra civil. La respuesta es que no. En medio de las decenas de documentos que ocupan el ático del Athletic aparece tres semanas atrás el libro de actas de 1935, con el nombre de los 4.572 socios de número y 821 infantiles que tenía la entidad. El documento es la prueba que refleja la purga histórica. «Hay docenas y docenas de nombres tachados», relató García Macua en Ibaigane. A preguntas de este periódico, calculó «que no es descabellado hablar de un 40%"» como el número de componentes del club cuyos nombres fueron borrados. Aguirre como símbolo En ese mismo almacén aparece también el libro de registro oficial de socios de 1944. «Es evidente que fue reconstruido. Faltaban nombres de presidentes, jugadores, socios,... que han pertenecido al Athletic», indicó García Macua. Y citó tres especialmente significativos: Ricardo de Irezabal, Manuel de la Sota, y José Antonio Aguirre. Como ellos, centenares de personas fueron objeto de depuración en el club. Entre ellas había representantes de todas las ideologías que se opusieron al franquismo, nacionalistas, socialistas, comunistas, anarquistas y republicanos. «Hay familias enteras con sus nombres tachados», indicó el presidente. García Macua cree que la recuperación de la memoria histórica no puede demorarse más. En su cumbre de la pasada semana, la junta directiva aprobó «una rehabilitación honorífica» para estas personas, así como «la reposición, en los archivos del club, de las mismas con el rango que tenían en junio de 1937». Los actos de desagravio se simbolizarán en la figura señera» del lehendakari Aguirre. Tendrán lugar el sábado en dos partes. A las 19.30 horas una delegación del club partirá desde el hotel Carlton, sede del Gobierno vasco en la Guerra civil, hasta el busto de Aguirre colocado en las inmediaciones, en la calle Ercilla. Es probable que el tributo consista en colocar allí un ramo de flores. Dos horas después, en el antepalco de Ibaigane, García Macua entregará a su hijo Joseba a título póstumo la medalla de oro y brillantes de la entidad. De cara a que otras familias tengan conocimiento si tienen antepasados purgados de los libros de historia del club, se colgarán el sábado en el antepalco del estadio fotocopias de los libros de actas. Para que las evidencias que estaban escondidas en el ático queden a la vista de todo el mundo.
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La evidencia estaba en el ático de Ibaigane. La zona está repleta de documentos, muchos de ellos centenarios, relacionados con la historia del Athletic. La denuncia le llegó a Fernando García Macua, un apasionado de la historia, en la campaña electoral de 2004. Concurrió a ella como integrante de la plancha de Juan Pedro Guzmán que perdió ante Fernando Lamikiz. Un ex-presidente se dirigió a él y le relató un episodio. Poco antes del final del régimen militar, una junta rojiblanca, en la que pese a la dictadura comenzaban a estar representadas de nuevo distintas sensibilidades, abordó la posibilidad de rehabilitar a los socios, empleados, jugadores y directivos purgados tras la entrada de las tropas franquistas en Bilbao el 19 de junio de 1937. El asunto, en todo caso, quedó varado. Otras sociedades del territorio, como el Club Marítimo y La Bilbaína, dieron ese paso en los años 80, pero el Athletic no. El caso se reactivó con motivo del cincuentenario de la muerte de José Antonio Aguirre, primer lehendakari del Gobierno vasco. Como había sido jugador rojiblanco entre 1921 y 1925 y socio de la entidad, el Athletic tomó parte en los actos de homenaje. García Macua se ve en uno de ellos con Joseba, hijo del dirigente nacionalista, y le pregunta si la familia ha recibido una reparación histórica del club por haberle purgado tras la Guerra civil. La respuesta es que no. En medio de las decenas de documentos que ocupan el ático del Athletic aparece tres semanas atrás el libro de actas de 1935, con el nombre de los 4.572 socios de número y 821 infantiles que tenía la entidad. El documento es la prueba que refleja la purga histórica. «Hay docenas y docenas de nombres tachados», relató García Macua en Ibaigane. A preguntas de este periódico, calculó «que no es descabellado hablar de un 40%"» como el número de componentes del club cuyos nombres fueron borrados. Aguirre como símbolo En ese mismo almacén aparece también el libro de registro oficial de socios de 1944. «Es evidente que fue reconstruido. Faltaban nombres de presidentes, jugadores, socios,... que han pertenecido al Athletic», indicó García Macua. Y citó tres especialmente significativos: Ricardo de Irezabal, Manuel de la Sota, y José Antonio Aguirre. Como ellos, centenares de personas fueron objeto de depuración en el club. Entre ellas había representantes de todas las ideologías que se opusieron al franquismo, nacionalistas, socialistas, comunistas, anarquistas y republicanos. «Hay familias enteras con sus nombres tachados», indicó el presidente. García Macua cree que la recuperación de la memoria histórica no puede demorarse más. En su cumbre de la pasada semana, la junta directiva aprobó «una rehabilitación honorífica» para estas personas, así como «la reposición, en los archivos del club, de las mismas con el rango que tenían en junio de 1937». Los actos de desagravio se simbolizarán en la figura señera» del lehendakari Aguirre. Tendrán lugar el sábado en dos partes. A las 19.30 horas una delegación del club partirá desde el hotel Carlton, sede del Gobierno vasco en la Guerra civil, hasta el busto de Aguirre colocado en las inmediaciones, en la calle Ercilla. Es probable que el tributo consista en colocar allí un ramo de flores. Dos horas después, en el antepalco de Ibaigane, García Macua entregará a su hijo Joseba a título póstumo la medalla de oro y brillantes de la entidad. De cara a que otras familias tengan conocimiento si tienen antepasados purgados de los libros de historia del club, se colgarán el sábado en el antepalco del estadio fotocopias de los libros de actas. Para que las evidencias que estaban escondidas en el ático queden a la vista de todo el mundo.